
Su vida esta regida por la
organizacion. Su entorno es normal, silencioso, siempre
embutido en su mundo, un mundo donde solo esta El.
Asiste a su oficina todos los
dias, a la salida se dirige a la casa, pero primero se detiene en el puesto de revista de la esquina para comprar el
periódico, el cual, siempre coloca bajo el brazo. El rostro casi
impasivo, duro, la mirada es vaga, los pensamientos entran y salen de su cabeza sin tomar en cuenta que a su salida, se queda en blanco, con la mirada perdida y sin vida. Muy cumplidor de sus responsabilidades,
metódico y equilibrado, de unos 54 -55 anos, no mas.
Con las
cienes comenzando a
blanquearse, su pelo negro y espeso le da un aire de ejecutivo elegante, siempre muy bien vestido, el
portafolio de piel
marrón le
acompaña, al igual que su
gabán a media pierna, son parte de su personalidad. Cuando alguien le dirige un saludo, le devuelve una ligera sonrisa con una breve
inclinación de cabeza. Sin lugar a dudas que,
Ernesto Ballester es un hombre elegante, ahora, parado
ahí, se le ve muy atractivo, aunque la
estación esta repleta de gente, El parece estar solo esperando el tren de las 6:15P.M., El sol despide unos rayos
rojisos y su luz aunque clara aun, luce como languidecida y cansada por el agotador
día de trabajo. Dispuesto a cederle el puesto a otro para ir a descansar. al igual que los que esperan el tren a esta hora, algunos conversan
con sus
compañeros, en cambio otros, como
Ernesto esperan en silencio y
abstraído en sus pensamientos, cuando de pronto la alcanza a ver, con su pelo oscuro y aquel vestido ajustado y de corte oriental, color
salmón, que realza tanto su figura delgada y bien formada, se mueve
rápido para llegar hasta donde esta y poder abrazarla, no lo puede creer,
después de tantos anos, se apura, no es
fácil, la muchedumbre se agrupa y el paso se dificulta, avanza, tiene que llegar hasta ella. Su
corazón se acelera, su sangre se agita en sus venas, el
portafolio le incomoda el paso, pero lo levanta para avanzar, trata de no perderla de vista, sabe que seria fatal a esta hora y en este momento y lugar, el paso se hace cada vez mas incomodo, las personas no conocen de prisa ajena, aunque va repitiendo una y otra vez, "con permiso, con permiso,
disculpe, por favor,
permitirme, Gracias, Gracias...".
En ese mismo momento se escucha un estruendoso ruido, llega el tren, las personas se arremolinan a la entrada, nadie quiere perder la oportunidad de llegar a descansar a su casa. Se abren las puertas con un resorte
automático.
De un
empujón se ve metido dentro de uno de los vagones y con un mar de gente frente a sus ojos, es imposible que pueda bajar, ya que todos suben y esta en medio de un
molote que no
podrá ir en
dirección opuesta, seria imposible salir de
allí ahora, Los vagones se llenan en segundos, se cierran las puertas, comienza la marcha, busca desesperado las
vantanillas, por los cristales la alcanza a ver, sus ojos se chocan con los suyos, aquellos ojos verdes que tanto ha amado en su vida, ella lo mira y le
sonríe, el tren se aleja, ella queda en la
estación, su alma se contrae, siente un
escalofrío que le hiela la sangre, el tren va entrando al
túnel de la Ave.
Máximo Gomez, en sus ojos se resbalan dos
lágrimas que nadie puede ver, por la oscuridad de los carros del tren en esta zona. Marina tiene 5 anos de muerta, y
Ernesto no la puede olvidar, la ve siempre y en cualquier sitio, igual que aquel
día,... el mismo vestido ajustado corte oriental, color
salmón que uso para la cena de su primer aniversario de bodas, aquel pelo oscuro y a los hombros que lo embrujaba y
envolvía en su aroma, el aliento de Marina aun estaba en su boca y en su olfato, lo siente..., era su esposa y la amaba mas que a su vida, pero aquel maldito desalmado aquella noche,doblo la calle a una velocidad que
parecía que la ciudad era suya, y solo el
conducía coches a esa hora. No vio nada, sus ojos no vieron nada, solo aquel ruido infernal y no vio nada, ni
oyó nada mas, no
sintió nada, a
excepción de un ...
vahído, y....
Despertó dos
días después, en el Hospital Central, los
médicos le
explicaron que tenia mucha suerte, porque su cerebro estaba bien aun con los golpes tan fuertes que
había recibido y en el cuerpo no
habían fracturas de gran envergaduras,,,----seguro que es
ud., un
señor con mucha suerte, comentaba el
Dr. que
había seguido el caso. ---
Dr. -Y mi esposa?--, Pregunto
Ernesto.--
Digame, Como esta ella?,-- por favor, --
conteste,-- ella esta bien?.
Después de ese
fatídico día 23 de agosto, en horas de la noche,
Ernesto dejo de ser El, se
encerró
y
vivió sin vivir. Aquella tarde, cuando el tren llego a la parada donde
Ernesto acostumbra a bajarse, lo hizo como de costumbre, camino sin prisa, paso por el
restaurant donde compra su comida todos los
días y luego llego a su casa, tranquilamente
comió. Luego
abrió el
periódico echo una ojeada, pero sus ojos se cerraban y en su
sillón se quedo dormido, el
periódico rodó hasta el piso.
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